El Internet de las cosas o Internet of thinks (IoT) ha venido tomando mucha relevancia en los últimos años, pero en realidad, es una idea que se ha venido formando desde hace unos 30 años aproximadamente. Desde entonces, se ha buscado la forma de hacer más interactivos los objetos que utilizamos en nuestra vida diaria, lo cual es posible en la actualidad gracias al desarrollo de las Tecnologías de la Información y el uso de Internet.
Al hablar de Internet de las cosas nos referimos a una red de objetos físicos que utiliza sensores, hardware especializado y/o sistemas embebidos, no solo para conectarse e intercambiar datos usando Internet, sino también para programar acciones específicas en función de las instrucciones que le sean dictadas de forma remota.
Cuando pensamos en esta red de objetos lo primero que se nos viene a la mente es un hogar interconectado al estilo de “Los Supersónicos”, el “Hogar del Futuro”. Si bien el Internet de las cosas ha venido cambiando el diseño de los electrodomésticos, carros, dispositivos de seguridad, electricidad, entre otras cosas, para que éstos puedan estar conectados y realizar tareas de manera automática; el término va mucho más allá. El Internet de las cosas tiene mucho que ofrecer en entornos como la industria y el funcionamiento de las ciudades.
En el ámbito industrial, por ejemplo, esta tecnología permite controlar y hacer seguimiento de los sistemas y procesos de líneas de producción, robots o máquinas ensambladoras, sensores de temperatura, sistemas de seguridad en caso de incendio, entre otros. Todos estos sistemas y objetos interconectados a través de Internet centralizan el control de toda la producción y permiten detectar fallos y/o retrasos casi de manera inmediata para ser corregidos o ajustados para lograr una mayor eficiencia.
En la Infraestructura de las ciudades la aplicación de esta tecnología nos lleva a pensar en cómo serían las futuras Ciudades Inteligentes (Smart Cities). En la actualidad ya existen ciudades con sistemas que permiten controlar: semáforos, puentes, vías de trenes subterráneos, ferrocarriles, cámaras de seguridad, alumbrado vial, control de estacionamiento en calles, riego de parques públicos, recolección de basura, monitoreo de la calidad del aire, monitoreo del funcionamiento del transporte público y más.
En el monitoreo y control ambiental también hay muchas aplicaciones de la IoT. Actualmente ya es posible obtener mucha información de ciertos dispositivos como sensores atmosféricos, meteorológicos y sísmicos que ayudan a los expertos y autoridades a prevenir o abordar cualquier evento de este tipo que suceda en una ciudad o país.
En el sector Salud también hay muchas aplicaciones que impactarían de manera positiva la vida de las personas. Esto es ya una realidad, con IoT es posible la atención de pacientes a distancia, monitoreo de signos vitales, posibilidad de ajustar máquinas vía remota sin perder tiempo en el traslado de un profesional. Las personas de la tercera edad pueden tener sensores en sus hogares para alertar a su médico en situaciones de emergencia como caídas, ataques del corazón o para monitorear sus niveles de glucosa, entre otros, lo que contribuye a aumentar la eficiencia de clínicas y hospitales. Además, gracias a los dispositivos médicos que se pueden interconectar a través del IoT es posible para los médicos recopilar y analizar grandes volúmenes de datos clínicos, permitiéndoles realizar su trabajo de diagnóstico y tratamiento de cada paciente de manera más eficiente y asertiva.