En nuestro artículo ¿Qué es Internet de las cosas? ya hemos visto algunos de los ámbitos más resaltantes en los que las aplicaciones del Internet de las Cosas (IoT) pueden generar grandes transformaciones. Uno de esos ámbitos es el hogar, donde a este tipo de tecnología se le ha dado el nombre de Domótica.
La Asociación Española de Domótica e Inmótica define la Domótica como el conjunto de tecnologías aplicadas al control y la automatización inteligente de la vivienda, que permite una gestión eficiente del uso de la energía, que aporta seguridad y confort, además de comunicación entre el usuario y el sistema.
Un sistema domótico consiste en centralizar en un control, a través de una o varias aplicaciones, información proveniente de unos sensores que se encuentran instalados en los electrodomésticos o sistemas de su hogar. El sistema domótico analiza la información, la presenta al usuario y le permite dar órdenes a estos mismos aparatos o sistemas, utilizando redes de comunicación o información fuera del hogar como Internet.
Actualmente, la domótica ofrece a los usuarios una serie de factores que prometen contribuir a la mejora de su calidad de vida como lo son:
Ahorro energético: permite el control automático e inteligente de los dispositivos de climatización del hogar como aires acondicionados y sistemas de calefacción. También es posible hacer un uso eficiente de la electricidad a través de encendidos y apagados automáticos cuando sea necesario. Otros ejemplos que podemos mencionar sería el control automático de persianas para el uso inteligente de la luz solar, el encendido y apagado del sistema de agua caliente para el baño, entre otros.
Sistemas de seguridad para el hogar: en este ámbito ya podemos ver a diario sistemas de alarmas de seguridad, sensores de movimiento, cámaras y otros dispositivos que se integran en un sistema que le permite al usuario el monitoreo de la seguridad de su hogar mientras se encuentra afuera De esta forma puede vigilar personas, animales y bienes; cerrar automáticamente puertas y ventanas; estar informado de cualquier evento que pueda ocurrir fuera de lo común como fugas de gas, incendios o inundaciones.
Controlar el funcionamiento de los electrodomésticos: para los más tecnológicos, la domótica tiene muchas opciones de electrodomésticos que integrados a este tipo de sistemas se pueden encender, realizar algunas funciones y apagar automáticamente de manera remota. Por ejemplo, encender y poner a funcionar la lavadora, el horno para la cena, descongelar la nevera o llenar la bañera con agua tibia para darse un baño en el momento justo que llegas a casa.
Otros: para quienes viven en casa es muy fácil controlar el riego del jardín a través de un sistema domótico. Además, es muy útil para el manejo de los aparatos del hogar en el caso de las personas con discapacidad, para generar alarmas en casos de que estas personas sufran un percance en sus hogares o para controlar signos vitales, si se contrata un servicio de teleasistencia.
Todos estos sistemas domóticos existen actualmente y son posibles de instalar y disfrutar a través de un control remoto o una aplicación en tu teléfono celular. Sin embargo, uno de los elementos que debemos tomar en cuenta para que nuestro “hogar del futuro” funcione de manera óptima es nuestra conexión de Internet, ya que es la plataforma que permite el funcionamiento del sistema y nuestra interacción con el mismo.
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